Diario de un Yogui

¿Sabes respirar?

Hola mi querido(a) lector(a) me encanta verte por aquí, el día de hoy te traigo información junto con una pequeña historia que seguro te interesa. Probablemente estos últimos meses debido al Covid-19, escuchaste o leíste que para comprobar la fuerza de tus pulmones sostengas la respiración por dentro mínimo 10 segundos y si no lo logras corres riesgo de que el virus te ataque con más fuerza; bueno pues efectivamente esta información es correcta, y ahora te cuento un poco más al respecto.

Sin entrar en muchos detalles técnicos todos sabemos que el respirar oxígeno es lo que nos mantiene vivos todos los días, desde nuestros primeros segundos al llegar a este mundo lo primero que hacemos es respirar; sin embargo esta acción tan sencilla y tan vital en general no la valoramos -la damos por hecho- y por lo tanto…no sabemos respirar. Nuestra respiración es muy superficial y en la vida diaria no utilizamos el 100% de nuestra capacidad pulmonar, sobre todo si tienes el hábito de fumar esta capacidad disminuye.

En yoga, a la ciencia de la respiración se conoce como PRANAYAMA y es uno de los Sutras de Patanjali [Qué es yoga y de donde viene]. Esta palabra viene de PRANA = fuerza vital y AYAM = expansión, es decir, expandimos y controlamos la fuerza vital o prana mediante distintas técnicas de respiración. Los antiguos yoguis solían vivir muchos años ya que tenían una capacidad formidable para controlar el prana porque decían que todos llegamos a este mundo con una cierta cantidad de respiraciones o prana y la muerte llega cuando exhalamos el último prana, por lo tanto ellos dosificaban muy bien su inventario.

sabes respirar

Las enseñanzas yoguis indican que lo ideal es tener 1 respiración por minuto -30 segundos inhalando y 30 segundos exhalando- ya que la buena respiración se traduce en el aumento de salud y vitalidad. El estrés que vivimos hoy en día produce respiraciones de mala calidad generando tensión crónica en el cuerpo y afectación del sistema nervioso lo que a largo plazo produce aún más estrés; esto es muy fácil de observarlo, cuando estamos enojados, nerviosos o ansiosos nuestra respiración tiende a volverse rápida y superficial. En el mundo yogui una mala respiración se traduce en enfermedad y por eso trabajamos en romper con el hábito de ignorar la respiración.

Hace unos 5 años, por cuestiones de trabajo dejé de practicar yoga alrededor de dos años, durante ese tiempo la empresa en la que trabajaba tenía un área de carpintería la cual no contaba con la ventilación adecuada lo que provocaba que las partículas de aserrín flotaran por todos lados. Con el tiempo fui notando que me enfermaba más seguido de gripa, oído y garganta, pero no tenía idea de lo sensibles que eran mis pulmones, aunque era de esperarse ya que desde niña me enfermaba muy seguido de las vías respiratorias, hasta que un día me dio una terrible bronquitis que me llevó a faltar a trabajar una semana. Estando en el consultorio del neumólogo me dijeron que tenía principios de asma y que probablemente el aserrín había contribuido a esta situación.  

Dos cosas sucedieron después de eso: 1) mi inhalador de cortisona me acompañaba a todos lados y 2) supe que tenía que cambiar mi estilo de vida para fortalecer mi salud y mis pulmones; así que decidí regresar a practicar yoga y cuidarme mucho más en mi área de trabajo. Ya pasaron 4 años desde ese primer evento de bronquitis, y durante los primeros años seguí teniendo algunos episodios menores que se fueron espaciando al grado de que ya casi cumplo 2 años lejos del inhalador y del consultorio del neumólogo.

Mis pulmones aún no están al 100% de su funcionamiento, ya que sigo teniendo batallas interesantes con el aire acondicionado, pero definitivamente la práctica constante de los pranayamas -que comencé practicando 2 veces por semana- me ha ayudado lo suficiente para aumentar mi capacidad pulmonar y reducir la probabilidad de que el asma progrese.

Así que, si te interesa aprender a realmente respirar aquí te dejo unos ejercicios facilísimos con los que puedes empezar:

  • 8 ciclos por minuto. Alivia el estrés y la conciencia mental aumenta, te empiezas a sentir más relajado.

4 segundos para inhalar

4 segundos para exhalar

  • 4 ciclos por minuto. Se generan cambios positivos en el funcionamiento del cerebro, dando mayor sensibilidad del cuerpo y de la conciencia.

5 segundos para inhalar

5 segundos para sostener el aire

5 segundos para exhalar

  • 1 ciclo por minuto. Calma considerablemente la ansiedad, el miedo y la preocupación.

20 segundos para inhalar

20 segundos para sostener el aire

20 segundos para exhalar

Puedes comenzar con 3 minutos de práctica e ir aumentando a 5, 7 y 11 minutos.

Es muy probable que si es la primera vez que lo intentas puede provocarte ansiedad y desesperación…no te preocupes y continúa practicando, al principio yo sólo aguantaba llegar a los 3 segundos pero con el tiempo podrás ver grandes cambios! Los hombres en promedio respiran entre 16 y 18 ciclos por minuto mientras que las mujeres respiramos entre 18 y 20 ciclos por minuto.

Y tal vez te preguntes ¿apoco respiras así todo el tiempo? No, lo ideal sería que así fuera, pero sí he notado que mis respiraciones son un poco más largas comparándolas con la de mi esposo y ahora me es más fácil darme cuenta cuando le falta oxígeno a mi cerebro, entonces me detengo y hago de 3 a 5 repeticiones de 1 ciclo por minuto.

Así que ya sabes, si quieres tener pulmones fuertes para combatir al bichillo chino comienza con estos sencillos ejercicios y verás cambios desde los primeros minutos de práctica. Espero te haya gustado o servido esta información, si así fue te invito a compartirla con quien creas que también le puede servir.

Nos vemos pronto en otro post y mientras tanto para no perder costumbre te dejo la siguiente frase de uno de los dueños del equipo de beisbol Yankees:

Ganar es la cosa más importante en mi vida, luego de respirar. Respirar primero, ganar después.

George Steinbrenner

Aquí te dejo más posts de Diario de un Yogui por si quieres seguir leyendo 😉

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