Diario de un profesional
Diario de un Profesional

Ética profesional con instructivo para emergencias

Hola de nuevo mi querido(a) lector(a), el día de hoy te traigo un tema que, aunque no lo creas resulta de gran importancia en esta “nueva normalidad” principalmente en el ámbito laboral; se trata de la ética profesional.

En ocasiones nos llegamos a topar con situaciones de dudosa integridad que nos ponen entre la espada y la pared quedando nuestros valores al descubierto y con una gran duda si nuestro futuro profesional no estará en riesgo. Por eso aquí te traigo un par de historias y un instructivo de salvamento de tu ética en caso de emergencias.

Cada dos años la empresa de consultoría Ernst & Young Global Limited -alias EY- emite un Reporte de Integridad Global mediante el cual analizan el nivel de integridad presente en las organizaciones y sus empleados de acuerdo con el entorno en el que se encuentran.

Encuestando a más de 3,500 miembros directivos, gerentes y personal operativo a nivel mundial, el reporte 2020 señala que el 90% de los encuestados creen que el Covid-19 representa un gran riesgo para la conducta ética en su organización ya que se tiene mayor presión por la incertidumbre laboral, los problemas económicos o la necesidad de “salvar el negocio” ¿te suena familiar algo de esto?

Si bien la situación actual ha puesto a muchas organizaciones en situaciones difíciles que las han llevado a tomar decisiones que vistas desde cierto ángulo parecieran no ser las más éticas, la falta de integridad organizacional no es para nada un tema nuevo.

La ética o la integridad es algo que al menos en México es una materia que se enseña una sola vez al inicio de las carreras universitarias y después se convierte en la exnovia tóxica porque no la vuelves a ver.

Lo cual es triste en verdad porque si la Ética se considerara como uno de los pilares fundamentales de nuestra educación, “otro gallo nos cantaría” y probablemente no estuviéramos dentro de los vergonzosos primeros lugares como los países más corruptos del mundo.

La ética profesional es algo que está muy arraigado en mi familia, comenzó con mis abuelos y se ha ido transmitiendo entre generaciones, lo que en ocasiones me ha metido en aprietos porque no suelo ser de las personas que “se hacen de la vista gorda” y a la primera situación incongruente que detecto es como si me subieran el switch para transformarme en “Señorita Auditoría”.

Un poco de esto es lo que me motivó para dedicarme a trabajar en las áreas de Calidad de las organizaciones, porque desde ese frente es donde más inconsistencias se detectan y es por lo que me he animado a escribirte sobre este tema en caso de que te llegues a encontrar en una situación de cuestionable ética; y que mejor para ejemplificarlo que un par de historias.

Hace ya unos cuantos años, recién iba egresando de la carrera de Ingeniería Industrial y había logrado pasar las entrevistas necesarias para entrar a mi primer trabajo como becaria en una empresa productora de botellas de plástico para una empresa de refrescos.  

Ahí estaba yo toda emocionada a mis 23 años, disfrutando del auténtico mundo laboral dispuesta a aprender todo cuanto pudiera sobre Ingeniería Industrial aplicada a la Calidad, pero no había pasado ni una semana cuando yo ya estaba a punto de caerme de la nube y toparme con mi primera dosis de realidad.

Mi jefe me había llamado a su oficina para decirme: “en tres meses vamos a tener la recertificación del Sistema de Gestión de Calidad y necesito que entres al sistema y verifiques que todos los datos de los últimos meses estén correctos y en verde”.

Yo sin saber muy bien de que me hablaba salí de su oficina y le pregunté a uno de los inspectores -que más tarde se convirtió en un buen amigo- que si sabía a lo que se refería el chief; él volteó con una risa divertida y me dijo: “lo que el jefe quiere decir es que modifiques los datos de todas las mediciones que están fuera de control (rojo) y las reescribas para ponerlas dentro de control (verde)”….¿cómo? a ver otra vez, creo que no escuché bien: “¿el jefe quiere que literalmente manosee el sistema para que todo se vea perfecto y cuando los auditores lleguen no encuentren fallas?”.

Lo más triste no fue el tener que volver a hacer la pregunta sino la respuesta de mi amigo: “si eso siempre lo hacemos, de hecho no te apures yo ya llevo un buen avance ya solo tienes que revisar de 4 meses a la fecha”.

En ese momento sentí el valde de agua fría de la decepción al saber que no solo falseaban los datos, sino que ni siquiera hacían algo al respecto para no tener que falsearlos, en realidad no estaban haciendo el trabajo de un departamento de Calidad, que al detectar fallas «el deber ser» es establecer distintos planes de acción para erradicarlas.

Con el tiempo fui detectando más situaciones similares a la anterior que sumadas a que en realidad estaba aprendiendo muy poco, fue que decidí cambiar de trabajo. Al principio pensé que esa había sido una buena decisión, salirme por la tangente y moverme a otra empresa donde la falta de ética no pudiera alcanzarme…si como no.

Lamentablemente en todos mis trabajos dentro de organizaciones del tipo industrial tuve que aprender a detectar y en la medida de lo posible a reducir situaciones de este tipo.

De modo que ingenuamente me moví un poco más hacia el lado académico suponiendo que de este lado me encontraría menos sorpresitas.

Todo iba bien hasta el verano de 2018 cuando buscando información para mi proyecto doctoral encontré un artículo que detallaba una investigación sospechosamente similar a la nuestra dirigida por uno de los investigadores canadienses que estaba en nuestro equipo de trabajo.

Como no podía creerlo tuve que leer el artículo unas tres veces e investigar un poco más para asegurarme de que lo que estaba haciendo “nuestro colega canadiense” con otros estudiantes en una zona cercana a la nuestra era “exactamente igual” a nuestro procedimiento y tenía planeado presentarlo en un congreso internacional de sustentabilidad en Estados Unidos.

Inmediatamente salí corriendo a la oficina de mi jefa para mostrarle lo que había encontrado, ella también incrédula al principio tardó algunos días en asimilar que efectivamente habían robado nuestra información.

Afortunadamente los canadienses “no dan paso sin huarache” y unos de los requisitos de investigación era tener la aprobación del Comité de Ética para poder llevar a cabo el proyecto; por lo que afortunadamente para nosotros, la situación escaló con las autoridades del Comité y el “colega” fue removido del proyecto sin autorización de presentar los resultados de su “auténtico” proyecto en el congreso.  

En esa ocasión se puede decir que tuvimos suerte y el Comité intervino ya que en Canadá se toman muy en serio la ética en todos los aspectos, pero en algunas ocasiones y principalmente en México no contamos con un comité o autoridades que antepongan la integridad a las ganancias, sobre todo las económicas.

No por nada el 43% de los encuestados en Latinoamérica por la empresa EY creen que el personal de nivel gerencial estaría dispuesto a sacrificar la integridad para obtener beneficios financieros a corto plazo, el 34% mencionó que estas faltas se toleran cuando las personas involucradas son miembros de la Alta Gerencia o personal de alto rendimiento y el 35% no lo reportó por temor a represalias contra el desarrollo de su carrera profesional ¿interesante no?  

Así que si eres de ese 35% que ha detectado una situación “complicada” y por temor a que tu futuro profesional se vea truncado, aquí te paso un instructivo que te puede servir en caso de emergencia.

confirmar situación

I. El primer paso es confirmar que la situación que estas detectando como sospechosa efectivamente sea un acto que ponga en riesgo tu integridad moral o física.

En ocasiones podemos mal interpretar información escrita o hablada así que recuerda mis ejemplos, en donde tuve que preguntar o leer varias veces la información e investigar para corroborar el robo de información.

tomar decisión

II. Una vez que confirmas que te encuentras ante una situación de falta de ética o integridad profesional el siguiente paso es el más difícil, ya que irremediablemente tendrás que tomar una decisión: si decidir actuar o dejarla pasar.

Las razones por la cual tomes cualquiera de las dos decisiones estarán guiadas por muchos factores como, tus valores, tu familia, tu pasado, tu presente. No importa cuál sea la razón, ante cualquier situación lo más importante eres tú como persona y tomarás la decisión que mejor te convenga.

Si decides actuar, ten en cuenta que tal vez no te convertirás en el super héroe o heroína salvadora de la integridad de la organización, pero si podrás tener la oportunidad de dejar un mensaje claro: “contigo no es tan fácil darle la vuelta”.

revisar proceso

III. Trabajando en la industria me di cuenta de que la mayoría de las situaciones de falta de ética se generaban por procesos poco eficientes en donde era más fácil “darle la vuelta” que seguir el procedimiento, como el caso de mi primer trabajo; para ellos era más fácil cambiar los datos que cambiar el proceso de medición o incluso el proceso de producción.

Así que antes de hacer una gran revolución primero ponte el traje de “Señor(ita) Auditoría” y revisa con mayor profundidad el proceso o el sistema para intentar encontrar el origen de la situación.

En Calidad sabemos que el 80% de los problemas de negligencia en las personas proviene de una falla en el proceso o sistema más que de una falla en la persona.

dialogar

IV. Este tipo de situaciones pueden llegar a convertirse en gigantescas bolas de nieve si no se dialogan en el momento adecuado y con tranquilidad, nada ganaremos si nos ponemos a la defensiva y agresivos.

Lo que en mi experiencia me ha dado más resultados para reducir la probabilidad de represalias al reportar estas situaciones y aumentar la probabilidad de que dejen de suceder, era mencionarlo en reuniones donde estuviera mi jefe y otros miembros gerenciales (más de 3 personas como testigos) y al tiempo que lo reportaba también proponía una posible solución obtenida del paso anterior.

Puede sonar intrépido lo sé, pero como te he dicho, es lo que me ha funcionado mejor porque generalmente a los altos mandos les gusta saber que eres personal de confianza y que además eres proactivo.

dejar escrito

V. Por último, el dicho “papelito habla” en estas situaciones es crucial. Con el tiempo aprendí que absolutamente todos los acuerdos deben tener un sustento por escrito ya sea un correo o ahora una conversación de Whatsapp.

Generalmente después de que hacía mi jugarreta en la sala de juntas, mi jefe en turno me mandaba llamar para “aclarar la situación”, aunque en realidad era un método para asegurarse de que yo no seguiría hablando siempre y cuando la situación se resolviera; y al terminar, yo enviaba un correo con los acuerdos de la junta o de la conversación con el jefe.

Al respecto de Whatsapp, recientemente leí que pondrán un candando para evitar que se tomen capturas de pantalla de los teléfonos, aún no he verificado esta información, pero por si acaso el correo electrónico hasta el momento es la mejor defensa.


Hasta aquí ha llegado este pequeño instructivo sobre el cual tengo que aclarar que lo elaboré con base en las experiencias que personalmente se me han presentado y que agrupándolas pude hacer esta publicación.

Sin embargo el tipo de acciones de falta de ética y su complejidad pueden ser tan distintas como productos de catálogo, por lo que no todas las situaciones podrán ser confrontadas de esta manera.

Aún así espero te sirva de base por si te encuentras ante alguna situación que requiera “salvar el negocio”.

Y recuerda lo siguiente:

Las organizaciones no actúan por sí mismas sino a través del comportamiento de los empleados que la conforman, cada uno de ellos con instintos y comportamientos individuales influenciados por su entorno.

EY, 2020

Así que ya sabes la dinámica mi querido(a) lector(a) si te gustó o conoces a alguien que le pueda servir esta información te invito a compartirla y nos vemos pronto en otro post.

Y sobre este tema, te dejo aquí un divertido post del ¿por qué no es bueno decir mentiras?


Referencia: Ernst & Young Global Limited. 2020. ¿Este es el momento decisivo para la integridad corporativa? Encuesta global de integridad 2020.

2 Comments

  • Guadalupe Blanco

    Muy interesante e importante lo que escribes y gracias a los ejemplos que das queda muy claro. Creo que le será muy útil este artículo a mis sobrinos. Con gusto lo comparto y de nuevo gracias

    • Karla

      Muchas gracias por tu comentario y ser parte de mis Number #1 Fans, en verdad lo aprecio mucho y me encanta que me ayudes a compartir mi contenido.
      Te mando un fuerte abrazo!!

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