Bienvenido a una publicación nueva mi queridx lector/a, el día de hoy te traigo una historia que, aunque yo no fui testigo directo cuando me la contaron me dio mucha risa así que estoy segura de que también mínimo una sonrisa si te saca. Si eres de lxs que caen de vez en cuando en las mentiras piadosas puede que en algún momento de tu vida te hayas metido en algún problemilla por haber dicho una; después de leer esta historia sabrás porqué las mentiras no son buenas y mucho menos con los agentes de migración en las fronteras internacionales.
Si algo siempre me ha dado mucho terror es la mirada de los agentes de migración, porque sabes que, aunque te miran de reojo en realidad su computadora mental de 16GB de RAM está reuniendo tanta información como les es posible en solo unos pocos minutos. La primera vez que tuve la oportunidad de viajar a Estados Unidos fue por temas laborales y me puse tan nerviosa que estuve a punto de que me regresaran directo y sin escalas a México. Al parecer a la mujer que me entrevistó no le convenció el hecho que le dijera que iba por cuestiones de trabajo y lo único que llevaba para comprobarlo era mi libreta “oficial” con el logo de la empresa y la tarjeta de presentación del Ingeniero con el que me iba a encontrar “del otro lado”.
Después de los 5 minutos más largos de mi vida y de un buen regaño de parte de la agente por no haber llevado más documentos que comprobaran mi estancia, por alguna razón vio que le estaba diciendo la verdad y me dejó pasar; pero el personaje de la siguiente historia dijo unas cuantas mentiras y no corrió con la misma suerte.
Hace unos 3 años fui a Toronto, Canadá por cuestiones académicas de mi doctorado, tenía que estar allá tres días y me iba a dar unos días extra para turistear, así que Sergio -mi esposo- me alcanzaría en cuanto yo terminara mis actividades para poder echar la vacación. En esa ocasión era la primera vez que a Sergio le tocaba pasar solo por una aduana ya que siempre habíamos viajado juntos, por lo que era normal que estuviera un poco nervioso; cuando llegó a suelo canadiense bajó del avión junto con todo el pelotón de mexicanos que venían en el mismo vuelo, y como pollitos al matadero los mandaron directo con los agentes aduanales.
Mientras Sergio estaba en la fila yo iba en camino al aeropuerto para encontrarme con él, todo iba tranquilo cuando de repente empezó a pedirme todos los documentos de nuestra estancia: la renta del Airbnb, los boletos de avión de regreso y los boletos del partido de beisbol de los Blue Jays… ¿qué? ¿Para qué quiere los boletos del partido de beisbol? Aquí aprovecho para abrir un paréntesis en la historia y contar que Sergio es jugador amateur de beisbol así que si en los lugares que visitamos existe un equipo de beisbol profesional, no es opcional no ir a un partido, por lo que lo primero en la lista de actividades era ver un partido de los Blue Jays de Toronto.
Entonces, ahí estaba él un tanto desesperado pidiéndome específicamente esos boletos, pero para su mala suerte yo iba entrando al metro sin buena señal para podérselos enviar. A unos cuantos kilómetros de mí, Sergio estaba esperando su turno para pasar a la entrevista, cuando el personaje que estaba en la fila antes que él estaba teniendo problemas de comunicación con el agente de migración porque no hablaba inglés y tenían que esperar a que llegara un cubano que no se daba abasto para ir a traducir la conversación.
Cuando por fin llegó el traductor, el agente le pudo preguntar al hombre la razón de su viaje a lo que él contestó “vengo a ver un partido de los Blue Jays”, el agente un tanto intrigado le dijo “Ok ¿y me puede decir contra quien juegan?” y Sergio que estaba atrás escuchando se sentía como Hermione en Harry Potter muriéndose de ganas por contestar la pregunta pero la respuesta del individuo fue “no sé, yo apenas voy a comprar los boletos en el estadio”.
Cada vez dudando más de él, el agente le preguntó a que se dedicaba, “soy beisbolista” contestó, y Sergio viendo la seguridad de su respuesta por un momento pensó que era un jugador profesional y que incluso podía ser la próxima estrella mexicana de los Blue Jays. Finalmente, el agente dio su estocada final “a muy bien ¿y en cual equipo juega?… “no pues juego en las rancherías”.
Ese fue su fin y Sergio moría de los nervios porque no le fueran a preguntar lo mismo, por eso su insistencia de que le enviara los boletos de los Blue Jays; y aunque si le tocó ser entrevistado por el mismo agente ya no le tocaron las mismas preguntas. Afortunadamente contestó sin que se le notaran los nervios y no tuvo problemas para pasar, pero al personaje anterior no le funcionaron sus mentiras y lo mandaron directo de regreso a México.
En 2016 y para evitar situaciones como la que te acabo de contar, precisamente Canadá de la mano con un profesor de la Universidad de San Diego pusieron a prueba un quiosco detector de mentiras llamado Agente Virtual Automatizado para Evaluar la Verdad en Tiempo Real (AVATAR en inglés). En teoría esta máquina -parecida a los quioscos de check-in de los aeropuertos- gracias a la Inteligencia Artificial tiene la capacidad de estudiar los cambios en las expresiones faciales, la voz y las posturas del cuerpo con el fin de detectar las posibles mentiras.
A pesar de que los investigadores continúan trabajando en la mejora de este AVATAR aún tiene un porcentaje de confianza entre el 80 y 85% pero a la velocidad que está avanzando la tecnología no dudo que un par de años más veamos instalados estos quioscos en las fronteras migratorias; al respecto del avance tecnológico sobre el reconocimiento facial te recomiendo el primer capítulo de la serie de Netflix: Conexiones.
Así que mi queridx lector curioso, cuando pases por una frontera acuérdate de tu abuelitx diciéndote que mentir no es bueno y mucho menos con los agentes de migración, recuerda que ellos están entrenados para detectar comportamientos sospechosos -si no me crees te recomiendo ver el programa Alerta Aeropuerto– y siempre hay que llevar a la mano toda la documentación que soporte nuestra estancia por muy trivial que parezca, ya que uno nunca sabe cuándo te van a preguntar “contra quien juegan los Blue Jays” o incluso te pueden tomar por sorpresa para ser parte de los experimentos en tiempo real con AVATAR.
Espero te haya gustado esta pequeña historia, si así fue te invito a que la compartas para que alguien más se relaje un poco leyéndola, y mientras te dejo esta frase:
A la larga y a la corta la mentira se descubre
Anónimo
Nos vemos muy pronto queridx curioso!
Aquí te dejo otro post que te puede interesar: Pasaporte vigente siempre aunque no tengas planes de viajar
Fuentes:
https://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2019/08/11/5d507ae5e5fdea4b398b45c5.html
12 Comments
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Víctor Manuel Fabila Maza
Cuánta razón tienes, la Mentira nunca es buenas, porque siempre tiene consecuencias.
Un beso y abrazo Katy.
Felicidades hoy por tu Cumpleaños.
María Concepción Rodríguez B
Muy cierto lo que comentas mi querida escritora. Gracias por tus tips me encantan. Te quiero. Besos.
Karla
Muchas gracias a ti por ser mi Fan #1 !!!
María Concepción Rodríguez B
Muy cierto lo que comentas mi querida escritora. Gracias por tus tips me encantan. Te quiero. Besos.
Elena
Muy bueno!! Y siempre uno se pone muy nervioso en esas cosas y a planear que va a decir. Que suene. Convincente. Pues sólo la verdad, jajaja, eso deberia bastar.
Karla
Siii siempre estamos pensando que debo decir cuando «la verdad» es lo único que debemos decir jaja. Gracias por tu comentario 😀
Georgina
Me encantó!! tengo que contarte de mi experiencia con el polígrafo cuando yo juraba que seria agente CSI a la mexicana e intenté ingresar a la policía científica de la Policía Federal jajajaja
Karla
Gracias por leerme!!! Me encanto tu historia del polígrafo 😀
Levy
Amooooooo tus post.
Karla
Awwwwww jajaja te quiero!!